El jamón ibérico de bellota ofrece una textura y un sabor sobresaliente gracias al estilo de vida que llevan los cerdos de los que proceden. La crianza en libertad y una alimentación a base de bellotas de primera calidad son los ingredientes principales para garantizar la excelencia de uno de los productos más demandados tanto en el mercado nacional como en el internacional.
Los embutidos 100% ibéricos de bellota pertenecen a ese selecto grupo de productos gourmet cuya calidad debe estar garantizada para cumplir las expectativas de los paladares más exigentes. De ahí que, el tipo de bellota tenga tanto peso a la hora de determinar cuál será el resultado final de una pieza de jamón, chorizo o lomo 100% ibérico.
¿Por qué es importante el tipo de bellota?
La bellota es un fruto originario de los árboles de género Quercus. Aunque hay cientos de especies de bellotas, las más solicitadas para la alimentación del cerdo ibérico son las que proceden de la encina y el alcornoque.
¿La razón? Las bellotas que crecen en estos tipos de árboles tienen un dulzor y unas propiedades nutricionales que las hacen realmente interesantes desde el punto de vista gastronómico. Se trata de un alimento muy bien equilibrado ya que en su composición cuenta con un 40% de carbohidratos y un 20% de grasas.
Como no podía ser de otra forma, al igual que sucede con la grasa del jamón 100% ibérico de bellota, los ácidos grasos de este fruto están considerados de muy buena calidad desde la perspectiva nutricional. Su alto contenido en ácidos grasos insaturados hace de este alimento una fuente rica en propiedades antioxidantes.
Así mismo, el dulzor tan característico de las bellotas presentes en el valle de Los Pedroches influye notablemente en el sabor final de una paleta ibérica 100% de bellota, un chorizo o un lomo.
El jamón 100% ibérico criado a base de bellotas dulces puede diferenciarse de otras piezas procedentes de una alimentación ligeramente distinta en aspectos como la apariencia de la grasa y su sabor final. Una loncha de jamón ibérico de bellota dulce es más brillante y la grasa que recubre la parte proteica suele ser más transparente.
Por otro lado, los expertos aseguran que, en boca, este jamón deja un regusto dulce al final que compensa los matices ácidos característicos del ácido oleico presente en la parte grasa.
La influencia del clima y la orografía de la dehesa
Las encinas milenarias que forman la dehesa del valle de los Pedroches son las responsables de que a día de hoy exista la Denominación de Origen Protegido para nuestros cerdos ibéricos y cada uno de los productos que proceden de ellos.
Ubicados al norte de la provincia de Córdoba, el valle de los Pedroches acoge un total de 300.000 hectáreas de encinas, un entorno que sin duda motiva que nuestros cerdos Ibéricos se críen en la libertad necesaria para garantizar jamones ibéricos de bellota con un sabor y una calidad excelentes.
Gracias a la orografía y las condiciones climatológicas presentes en la dehesa, nuestros cerdos pastan a 300 metros de altitud en un contexto de clima mediterráneo. De hecho, son precisamente estas temperaturas suaves las que garantizan un proceso de curación óptimo para los chorizos, lomos, salchichones, paletas y jamones ibéricos producidos por nuestra cooperativa.
Al fin y al cabo, el secreto detrás de un buen producto como el jamón de bellota 100% ibérico Alta Expresión D.O.P de Los Pedroches recae en cuidar al animal del que procede y respetar el contexto natural que lo rodea. Sólo de esta forma es posible conseguir ibéricos saludables y de calidad gastronómica sobresaliente.